Evita el desperdicio de alimentos con estas ideas
La pérdida y el desperdicio de alimentos es un problema grave a nivel mundial que parece invisible a los ojos de la opinión pública. La escasez de medidas por parte de las autoridades responsables y la poca presencia que los medios de comunicación dan a esta problemática han actuado como aliadas de su poca repercusión. Hace nueve años, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (la FAO, por sus siglas en inglés) estimaba que aproximadamente un 33% de los alimentos del mundo se desperdiciaban o se perdían cada año. En la actualidad, estos porcentajes no han cambiado y el problema sigue manteniéndose en el tiempo.
Existen muchos ejemplos de cómo los alimentos se desperdician o se pierden. Algunos de ellos son: la eliminación en la cadena de suministro de los productos frescos que no cumplen con lo establecido como óptimo (tamaño, color…), la sustitución de productos próximos a la fecha de consumo por otros más recientes en supermercados o la adquisición de grandes cantidades de comida que suponen un exceso para restaurantes o cocinas. Es evidente que todos los agentes que intervienen en la cadena de alimentación son responsables del desperdicio de alimentos, desde el agricultor hasta el consumidor final, pasando por distribuidor, mayorista o minorista.
Una reducción del desperdicio de alimentos tendría un impacto positivo directamente en nuestro entorno. Con el control de los alimentos se aprovecha de forma más eficiente el dinero y tiempo invertido en mano de obra y recursos naturales (semillas, agua o pienso, entre otros) para la producción de la comida. Además, los residuos generados por el desperdicio de alimentos aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero que impactan directamente en el medio ambiente, desarrollando aún más el cambio climático.
Teniendo en cuenta que, en los hogares de España, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), se estima que se tiran entre un 4% y un 11% de los productos y alimentos que se compran, tomar acciones que produzcan un cambio a un nivel doméstico mejoraría el control del desperdicio de alimentos en tu hogar, así como inspiraría a personas de entorno a hacer lo mismo.
Desde NortemBio queremos colaborar con el objetivo de reducir el desperdicio de alimentos. Para ello, hemos trabajado en estas ideas útiles para abordar este propósito de la forma más eficaz posible.
1. Planifica la semana
Es importante que seas realista a la hora de planificar el menú semanal y tengas en cuenta el número de personas que van a comer cada día para evitar grandes cantidades de comida que sean difíciles de consumir. ¡De esta forma podrás realizar la compra llevando un control de lo que añades al carro!
2. Evita la compra en cantidad
Con el fin de evitar el desperdicio de alimentos es recomendable comprar productos al “desnudo”, es decir, sin estar envasados. La compra de proximidad te facilitará este trabajo al permitir en la mayoría de establecimientos la compra a granel, donde podrás seleccionar exactamente los ingredientes que necesites según lo que tengas pensado usar.
3. Guarda y almacena bien los alimentos
Otro de los trucos a tener en cuenta para que los alimentos tarden más en deteriorarse es almacenarlos de forma correcta. Intenta evitar los lugares húmedos para guardar tus alimentos. Los tarros con tapas herméticas pueden ser tu aliado en situaciones especiales.
4. Ten presentes las fechas de consumo
Antes de empezar cualquier receta, echa un ojo a los productos perecederos para detectar cuál de ellos tienen una fecha de consumo próxima. Intenta darles uso antes que otros con una fecha más lejana con el fin de evitar su desperdicio. En caso de que no plantees usarlos, ¡intenta congelarlos para tenerlos cuando realmente te sea necesario!
5. Dale uso a tus sobras
La comida que te ha sobrado no merece ser enviada directa a la basura. Recuerda que existen recipientes para poder guardar la comida y consumirla en los próximos días convertida en otra receta. Incluso si no tienes en mente la opción de usarla próximamente, intenta buscar un envase donde depositar la comida con el fin de congelarla.
6. Permite que los demás seleccionen su cantidad
En reuniones familiares o de amigos, evita servir los platos de los invitados. Sirve en una fuente central la comida preparada para que cada uno determine la cantidad que puede comerse con el fin de volver a reducir el desperdicio de alimentos.
Recuerda que tener suficiente comida es un privilegio, así que ¡no la desperdicies! Quizás no puedas aplicar todas estas recomendaciones desde el principio, pero poco a poco te irás acostumbrando a incluir estos hábitos en tu rutina diaria en la cocina para evitar desperdicios de alimentos. ¡Entre todos lo podemos conseguir!