CÓMO REGAR LAS PLANTAS AHORRANDO AGUA
Puede parecer que regar las plantas es la tarea más sencilla respecto a sus cuidados, pero hacerlo ahorrando agua, ¡tiene sus trucos!
Regar las plantas ahorrando agua y, por supuesto, dándole los máximos cuidados posibles, depende de muchos factores: el clima, la época del año, el momento del día o la localización de la planta en el hogar, en el caso de ser de interior, o el tipo y condición del suelo, en caso de ser de exterior; son factores a tener en cuenta para lograr tener nuestra planta lo más saludable posible y no desperdiciar un bien tan preciado como es el agua.
Ten en cuenta que, la clave, es el equilibrio. El exceso de agua es tan malo como la falta de ella. Debes regar las plantas ahorrando agua pero asegurando que las reservas sean suficientes hasta el siguiente riego.
Debes dedicar un poco de tiempo a conocer las necesidades de tu huerto o jardín, ya esté al aire libre, en un pequeño balcón o dentro de casa. ¡Toma nota!
Regar las plantas ahorrando agua en macetero
En el caso de que tus plantas estén en una jardinera o macetero, asegúrate de que tengan suficiente drenaje. En este tipo de recipiente el agua se evapora antes, pero es importante dar salida al agua para que no sature las raíces. Lo mejor es realizar riegos ligeros y con mayor frecuencia. En las épocas más calurosas, elévalas del suelo para evitar el calor excesivo que puede transmitir el suelo al tiesto.
El mejor momento para regar las plantas
En épocas más calurosas, la mejor hora es cuando se haya puesto el sol, así las plantas tendrán toda la noche para hidratarse, evitando la evaporación y aprovechando eficientemente toda el agua utilizada. En épocas más frías, es justo al contrario, para evitar así que el agua enfríe en exceso el suelo y dañe la planta. Además, ten en cuenta que el viento fuerte reseca tus plantas, por lo que en momentos ventosos, préstales más atención.
Regar las plantas ahorrando agua y a tiempo
En el caso de que dispongas de jardín, una forma de no tener que estar pendiente, si no tienes mucho tiempo o eres olvidadizo, es instalar un sistema de riego por goteo. De esta forma no se te olvidará ningún día regar tus plantas, lo hará a la hora indicada y con la cantidad exacta de agua necesaria. Eso sí, debes acordarte de revisarlo para evitar posibles fugas.
El suelo es la clave
Además del cuidado al regar tus plantas, el estado del suelo también es muy importante para ellas. Un suelo en buen estado, ayudará a tu planta aportándole los nutrientes necesarios para que esté sana. Con el Sulfato de Magnesio NortemBio Agro y el Reductor de pH NortemBio Agro podrás hacer que tu planta absorba todos los nutrientes que necesita. Ayúdalas también deshaciéndote de las malas hierbas, ya que les quitarán el agua y los nutrientes que necesitan.
En el caso de que el suelo sea de césped, para saber si necesita agua, camina sobre él; si dejas huella al andar, es necesario regarlo. Además, si no lo cortas muy bajo, proporcionas una sombra extra al terreno que evita la evaporación del agua del suelo. En el caso de disponer de espacios con sombra natural, aprovéchala y coloca ahí tus plantas, ¡Así mantendrán mejor el agua!
Agua reutilizada para regar las plantas
Sin duda una de las mejores formas de aprovechar al máximo el agua es reutilizarla. Para regar las plantas ahorra el agua al máximo, puedes utilizar sin problema el agua de lluvia, que puedes recolectar en recipientes, que, además de ser útiles para este fin, pueden decorar cualquier espacio en los que los coloques.
También puedes utilizar el agua de la limpieza o del baño que no contenga productos químicos. El agua de cocinar verduras también es una buena opción, con lo que, además, le aportarás a tus plantas las vitaminas y minerales que se quedan en el agua tras la cocción.
En el caso de que tengas tus plantas en un jardín, visita esta entrada a nuestro blog, donde te explicamos tres usos del Bicarbonato de Sodio NortemBio para tu jardín que unidos a estos consejos para regar las plantas ahorrando agua, harán que resplandezca.
Regar las plantas ahorrando agua es bueno para tu bolsillo, para ellas y para el planeta. ¡Apúntate a utilizar los recursos de forma eficiente!